La página web de tu negocio vende algo, productos, imagen, marca de empresa, etc. Aunque la página web sólo sea informativa, lo que está vendiendo es tu marca. Tiene que estar planteada para que el cliente que llega a la misma tenga los motivos suficientes para contactar con tu empresa y comprar o contratar sus productos o servicios.
Tienes que pensar que tu página web es la imagen de tu negocio, tu mejor comercial, que va a ayudarte a que el cliente encuentre todo lo que ha venido a buscar, que no sea igual a las otras páginas web de la competencia, que tenga los motivos suficientes para diferenciarte de la competencia.
Por eso aquí no vale hacer lo mismo que hacen otras empresas, copiar a la competencia, crear la estructura del sitio web como otras o simplemente elegir fotos de bancos de imágenes, donde los clientes saben que tu equipo de trabajo no van a ser esos modelos que están en la portada de tu página web. Tienes que ser auténtico, mostrar los valores de tu empresa, de tu equipo de trabajo, etc.
Es importante que el entusiasmo que vuelcas en tu empresa, en tu trabajo, se refleje también en tu página web. Es el único punto de contacto que tienes hacia el cliente potencial que te llega a través de Internet, y tienes que poner los argumentos que le convenzan de que tu empresa es lo que está buscando.